El pasado viernes, el alumnado de 5º y 6º visitó el CRIEME (Centro de Recursos, Interpretación y estudios en materia educativa). Allí, pudieron experimentar de primera mano cómo ha evolucionado la escuela. Comenzamos a finales del siglo XIX, donde apenas existían colegios y los maestros tenían que buscar locales o pórticos de iglesias para dar clase, incluso utilizaban candelabros para alumbrarse. Además, la escuela en esa época era un lujo que no todos podían permitirse. Después, llegó Alfonso XIII y la situación mejoró algo más, aunque vimos que muchos niños acudían descalzos a la escuela y que incluso tenían clase los sábados, lo cual nos impactó bastante. En esta época, los pupitres mejoraron y estaban inclinados para que la espalda no sufriera tanto. A continuación, pasamos a una sala donde vimos la reconstrucción de las escuelas durante la Segunda República. De esta época se conservan muchos libros y recursos audiovisuales, pues si hicieron muchas campañas para que el pueblo se pudiera culturizar y todos aprendieran a leer y escribir. Finalmente, nos encontramos con la escuela en la época de la dictadura, marcada por la escasez de recursos. Por ello, muchas veces tenían bidones de leche en las aulas para comer y repartir entre el alumnado. De esta época se conservan muchas enciclopedias, un libro único del que sacaban la información para todas las asignaturas. La visita finalizó con un taller de código morse en el que pudimos enviar mensajes encriptados y jugamos a adivinarlos. Como curiosidad, cabe destacar que la casa en la que se desarrolla la exposición perteneció al escritor José María de Pereda. ¡Una suerte poder conservarla tan bien!